«Volver a casa»

Las instituciones culturales no son islas. Están adscritas a un barrio y a un vecindario que las acoge, afectándose mutuamente, directa o indirectamente; a la vez, reciben personas de otros rincones de la ciudad que se desplazan a su encuentro. En el grupo rendija no hay nadie del barrio de Conde Duque. Algunas conocíamos el Centro desde antes de que se formara el grupo, y otras no. Esto hace que a menudo atravesemos su barrio como lugar de paso, desde nuestra casa o desde el metro, hasta llegar a él.

Para entender Condeduque como parte de un continente, quisimos explorar la zona haciendo una deriva urbana. Una deriva urbana es un modo de explorar y perderse por la ciudad, donde lo importante no es el punto de llegada sino el camino. En nuestra deriva quisimos subvertir la forma de relacionarnos con el barrio para, trazando el mismo camino “de vuelta a casa”, poner la atención en el paseo y en todo aquello que, en esa urgencia por llegar, se nos escapa.

Como juego para facilitar el paseo, cada persona del grupo fue guiando al resto por ese camino de vuelta hacia su casa. Sin apenas salir del centro ya surgieron numerosas situaciones que hicieron del paseo un juego muy divertido: un cachorro tímido, un escaparate que cotillear, una exposición en un restaurante. La ciudad nos pidió descubrir nuevos rincones y la deriva se alargó, desde el barrio Conde Duque hasta La Latina. Registramos todas estas experiencias con fotografías y dibujamos un mapa que puedes ver aquí.