Son tiempos complicados para el séptimo arte. Más allá de las dificultades inherentes al periodo postpandémico en el que nos encontramos, el cine camina por la encrucijada de definir, una vez más, a quién quiere llegar, cómo quiere hacerlo y dónde confluir con sus hipotéticos espectadores. En este sentido, somos testigos de fenómenos como la extinción de las tradicionales ventanas en la exhibición cinematográfica gracias (o por culpa de) los nuevos modelos de explotación televisiva, la imparable infantilización de las grandes producciones del cine comercial o de lo formulario de estas últimas, donde remakes, reboots e interminables series de continuaciones ininterrumpidas monopolizan de forma tiránica casi todos los espacios existentes.
Desde Condeduque queremos reivindicar el cine, el cine como espacio físico, en el que el público de nuestra ciudad pueda encontrarse con las más recientes producciones antes de su paso por las salas comerciales. Por tal motivo, hemos ampliado el volumen de nuestras premieres en esta temporada 2022-2023. También queremos demandar la presencia del cine en su vertiente más artística, recordando que su interés va más allá de ser un mero vehículo de interés comercial, reforzando su comunión con otras artes: nombres como Robert Wilson, Dimitris Papaionnau o Jérôme Bel darán fe de estos hilos no tan invisibles. En Condeduque también, por último, queremos defender el cine libre, el milagro audiovisual no constreñido por el corsé de lo procedimental, las imágenes que se enfrentaron y triunfaron frente a la censura, los relatos que, a medio camino entre la quimera y la realidad, transformaron a la pantalla en el más bello tapiz de nuestros sueños.