Nuria Barrios y Alejandro Palomas

Poetas, pero también narradores y traductores, Nuria Barrios y Alejandro Palomas afrontan la creación literaria desde una visión poliédrica de los géneros que trabajan, aunque ambos admiten que la relación más intensa con la palabra la establecen cuando se enfrentan al texto poético. Un mano a mano imprescindible para conocer mejor la obra de estos grandes autores de la literatura española actual.

Al novelista le hace falta respirar con el aire de este otro que es y no es el mismo escritor, un aire más íntimo, más directo, menos elaborado. La del poeta es una voz distinta, tiene un color distinto, aunque su música se asemeja mucho a la del narrador. Desde siempre ha entendido la poesía como un continuum, y eso explica que aborde los poemarios –su escritura– como lo haría con una obra de ficción: hay un principio y un final, pero las partes forman un todo que no puede desgranarse. Se alimentan unas de otras en forma y fondo y están escritas para leerse en silencio, para no compartirse con ningún otro ruido que no sea el de la propia voz resonando en la cabeza de quien las recrea desde el vacío interior.

Alejandro Palomas

Ese eco de la sabiduría popular lo busqué en el poemario mediante el uso de las canciones y los cuentos infantiles, también en el uso de los mitos, que son otra forma de sabiduría popular, y ese recurso que apareció de repente, se presentó como una herramienta muy poderosa para romper las estructuras de una visión estática y tranquilizadora del mundo, que es con la que nos movemos. Si a ese recurso se unía la capacidad que tiene la poesía de ir a lo esencial y de ahí, evocar al universo, el resultado era muy potente y muy perturbador. Quería llevar al lector a un espacio donde la vida se alimenta igual de luz y de sombra, de claridad y de oscuridad.

Nuria Barrios